martes, 29 de marzo de 2011

IX. Bubu soy yo

Hoy, cuando le digo a la gente que ya no creo en dios lo ven cómo una afrenta de lo más horrorosa. Como si quisiera retarlos. La verdad es que no. Hay gente buena y hay gente mala. Muchas veces la religión crea seres prejuiciosos e intolerantes (lamentablemente). Pero yo sería muy estúpida si creyera que así son todos los que practican alguna religión. Hay quien cree que estoy enojada por lo de mi abuelo y porque pienso que era un gran hombre que no merecía morir de esa manera. Cuando mi abuelo recién murió Dayra me lo dijo tajante: "ya no creo en dios, en lo único en lo que creo es en mi abuelo que me cuida en algún lado". Y sí. Al principio, durante la enfermedad me planteé muchos cuestionamientos sobre la existencia de una fuerza suprema, pero no tuve tiempo de pensarlo a profundidad. Estaba enojada. Y a medida que el enojo desaparecía, que entraba en el círculo de bienestar, fue que tuve más tiempo de cuestionarme dichos planteamientos.

   Hubo varias cosas que entonces moldearon mi posición frente a la idea de dios. La primera: el yoga y la idea aquella de que dios está dentro de nosotros (idea que terminó por tomar forma cuando Daniela Baudry me dijo "¿Y por qué no lo ves cómo los orientales, mana?"); la segunda, toda la información atea que empecé a leer por aquellos ayeres; y la tercera: yo misma y mis ideas sobre la física cuántica y la ciencia que a pesar de no poder explicarlo todo es lo que a mí misma me ha dado más respuestas. Todo es causa-efecto y no hay más. Cuando empecé a asumir las cosas de esa manera, empecé a sentir una paz tremenda en el corazón. Cuestioné todo lo que sentía y todo lo que me pasaba y gracias a Causa y Efecto llegué a conclusiones lógicas y sorprendentes.

Mi abuelo no enfermó porque diosito lo quisiera. Mi abuelo enfermó a pesar de ser un hombre muy sano porque vivía en la zona más contaminada del país. La gente en Tula se está muriendo a mares: de cáncer, de enfermedades gastrointestinales, los niños nacen con deformaciones genéticas y están condenados a ser los más chiquitos y los de menor desempeño escolar en todo el estado de Hidalgo, el aire que se respira es sucio, el agua con la que la gente se baña o lava los dientes, a pesar de ser potable, contiene contaminantes y materia orgánica... entre otras muchas cosas. Era completamente posible que mi abuelo enfermara. Además, era un hombre infeliz (por la loca de su mujer, por los hijos que no supieron más que acabar con todo aquello por lo que él había trabajado toda la vida) y está comprobado, no por mí, sino por cientifícos que mientras más felices somos, menos nos enfermamos. Causa-Efecto.

Yo enfermé por estrés. No me lo causaba mi ex, me lo causé yo al aferrarme a estar con él, con una persona que claramente era incompatible conmigo. Causa-Efecto. ¿Por qué anduve con él? Por una suerte de ganas de no estar sola y necesidad de afecto y completa falta de autoconocimiento y autoestima. Todo esto producto de mis más fuertes traumas de la infancia-adolescencia. Causa y efecto que logré después de un doloroso y tortuoso camino de autoreflexión sobre lo que me molestaba, dolía y enojaba.


Dejé de creer en dios por las cosas que veía a mi alrededor, también. Hay gente mala, muy mala que lleva la mejor vida, que muere sin pagar nada. Hay gente buena, muy buena que lleva vidas miserables. El karma es un apaciguador que además nos sirve para justificar los actos propios. La justicia divina nos da algo de paz cuando no la encontramos en los actos humanos. Pero todo es un causa y efecto, que al ser analizado a profundidad nos da grandes respuestas.

¿En qué creo? Creo en mi. El día que traté este tema con Daniela Baudry me dijo que podía llamarle a mi dios como yo quisiera. Bubu es que decidí ponerle. Bubu es una fuerza que yace en mí, una fuerza que me mueve, una fuerza capaz de todo, es energía, es autoconocimiento, es la causa y efecto sobre los actos que realizo todos los días, es amor propio, es asumir responsabilidades, es saber que soy capaz de lograr todo cuanto se me venga en gana, es la disciplina de hacer las cosas que me hacen feliz, es mi espiritualidad. Bubu es saber que todas las respuestas que yacen en mi. Bubu soy yo.

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